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No podría decir cuál fue el primer músico del mundo.
No podría decir cuál fue su instrumento.
No podría adivinar sus melodías, ni sus ritmos.

Tampoco se quién fue el primer luthier, ni cuáles los instrumentos que ocuparon su tiempo.
No podría decir ninguna de estas cosas que requerirían de haber estado allí para saberlo, o que algún visionario de ese momento debiera haber tallado en piedra para que hoy nos
enterásemos; pero sí puedo imaginar un escenario posible…
Quizás, el primer «músico» sólo haya tenido la intención de imitar algún ruido de la naturaleza, y en la repetición de sus intentos descubriera el ritmo; seguramente habrá probado con más de un objeto, y seguramente con más de una manera de abordarlo.
También debe haber tenido el primer público, algún curioso testigo que, con asombro o embelesamiento, quizás con temor o desconfianza, con su sola presencia y aun sin saberlo, daba lugar a que se sucediera el primer concierto.
Ese ser sensible con interés en expresarse a través del sonido, con paciencia, curiosidade inventiva, debe haber en algún momento, comenzado a refinar materiales con técnicas cada vez más complejas para así obtener la herramienta necesaria para expresar su arte y alcanzar su cometido.
Nada hay que especular respecto de la popularidad de la música, así que este solitario hombre imaginario, pionero en su arte, debe haber inspirado a otros, que en su afán de expresarse, debieron hacer lo propio para procurarse sus instrumentos. Quizás haya sido así por muchísimo tiempo hasta que uno, quizás con más afinidad hacia los trabajos manuales que hacia la música, haya decidido destinar su tiempo y habilidad a construir instrumentos para otros. Seguramente allí, estaríamos en presencia del primer luthier.
Sigo sin saber en qué momento, o en qué lugar del planeta pudo haber pasado esto, pero quizás haya sido algo parecido a lo que aquí escribí. El resto… ya es una historia, por todos conocida.
La transferencia del conocimiento de padres a hijos, de maestros a aprendices, de profesores a alumnos, la investigación, el perfeccionamiento, los avances.
Lo exclusivo se vuelve masivo, y tras el crecimiento industrial y la comercialización global, las fábricas con su enorme poderío tecnológico, pero basándose casi siempre en las inspiradas obras de grandes maestros luthiers, obtuvieron sus productos, abaratando así el precio de los instrumentos, y permitiendo a un enorme número de personas adquirirlos.
La producción seriada trajo innegables beneficios. Sin ella, mucho más tiempo y esfuerzo hubiese demandado la popularización de algunos instrumentos, y la música no habría alcanzado tan amplísimas variantes y estilos como los que hoy conocemos.
La industria también trajo nuevas herramientas, mejores adhesivos, ciertas
normalizaciones, mejores partes y accesorios, mejores barnices, mejores y más variados materiales, y otras tantas mejoras.
No podemos decir lo mismo de las economías y ambiciones que manejan las industrias, las que en muchas ocasiones, en el afán de ganar mercados o mejorar ganancias, han empujado el empobrecimiento de muchos instrumentos, sus materiales, componentes, y terminaciones. Muestra de esto es, que hasta algunas de las más afamadas marcas, han dejado de entregar los tradicionales comprobantes correspondientes a los controles de calidad que solían acompañar sus instrumentos, para dejar solamente una acotada garantía, con lo que la responsabilidad de saber si el instrumento esta bien o mal recae en el mayor o menor conocimiento de quien lo compre. Garantía que además queda sujeta, la mayoría de las veces, a una situación geográfica y hasta económica si consideramos los costos de retorno y aduanas que debe afrontar quien necesite reclamarla.
Tan frecuente y masivo este fenómeno bien conocido por el músico, que algunas de las más grandes fábricas se vieron en la necesidad de reinventarse, llegando a acuñar términos genéricos como «vintage» , «relic» , «custom, o “antique» (más popularmente en instrumentos de cuerdas, pero con paralelismos en otros), para referirse a modelos de instrumentos actuales que pretenden emular la gloria de los pasados, de aquellos hechos a mano por un luthier o nacidos de pequeñas y cuidadas series artesanales, apostando sólo a una estética, llegando incluso a ofrecerlos con terminaciones desgastadas o envejecidas que pretenden darles la edad y la cuna que no tienen, la calidad que sólo añoran, y la idea de una producción manual que no es.
¿Por qué conformarse con sucedáneos? Si las propias fábricas, procuran encumbrar el valor de lo artesanal.
Creo que la pregunta inicial empieza a responderse sola. Volver a los orígenes.
El trabajo de un luthier es atender y entender al músico considerando su personal necesidad artística y técnica, poniendo a su disposición todo nuestro conocimiento, habilidad y recursos, para juntos pensar, diseñar, y construir, el mejor instrumento posible para ese músico. Todos los demás instrumentos son genéricos, fabricados en gigantescas series a la espera de que algún artista los elija por verdadera convicción, o por reiteración y argumentación publicitaria.
Personalmente creo que los actuales luthiers somos muy afortunados al contar con la posibilidad de disponer de un increíble aval de conocimiento documentado y transmitido, conseguible en un sinfín de soportes y formatos.
Siendo también beneficiarios de los buenos desarrollos tecnológicos heredados de la industrialización, que nos permiten disponer de una mayor diversidad de materiales y de una mejor y más precisa mecanización de los mismos, aun utilizando herramientas manuales; y ayudados por precisos sistemas de medición y comprobación, fotografía, audio y video, con los que ejemplificar lo buscado o demostrar lo conseguido, mejorando el entendimiento aun a la distancia, cosas estas sólo soñadas por nuestros predecesores.
El trabajo manual, la pasión, el espíritu de investigación y la dedicación esmerada son los mismos que acompañaron a aquellos ancestrales maestros.
La Asociación Argentina de Luthiers, un lugar de pertenencia donde compartir experiencias, encontrar recursos y fomentar la camaradería entre colegas, resulta una valiosa herramienta más para el luthier y un respaldo activo a este oficio de milenaria tradición artesanal.
Mariano Maese

Escuelas de Luthería

Escuela de Luthería El Virutero (privada)
E-Mail: [email protected]
Tel: 4837-9282
Ubicación: Olivos, Provincia de Buenos Aires
Website: www.elvirutero.com.ar/
Facebook: https://www.facebook.com/el.virutero
https://www.facebook.com/julio.malarino

Escuela de Luthería Maderasonando (privada)
E-Mail: [email protected]
Wsp: +541162417419
Ubicación: La Plata, Provincia de Buenos Aires
Website: www.elvirutero.com.ar/
Instagram:: guitarreria_maderasonando
Dirección: Leandro Cicconi

Escuela de luthería del luthier Ezequiel Moggia. (Privada)

Construcción de guitarras clásicas y experimentales. Mecánica acústica de cordófonos de cuerda.

Calle Hidalgo 1039 – Ciudad de Buenos Aires.
Contacto: celular +5491160065931.
email: [email protected]
www.guitarrasmoggia.com

Escuela de Luthería de Cosquín (gratuita)
Aerófonos, guitarras, cordófonos latinoamericanos e instrumentos de percusión.
Profesores: Rafael Gedda, Jorge Espinosa, Eduardo Pittis
Ubicación: Perón 1246, Cosquín, Provincia de Córdoba.
Facebook: https://www.facebook.com/EscuelaDeLutheriaDeCosquin

Nueva Escuela de Luthería Argentina (privada)
Profesor: Estéban González
Ubicación: Floresta, C.A.B.A.
E-mail: [email protected]
Tel.: (011) 3964-0836

Escuela de Luthería de Vicente López El Mate (gratuita)
Instrumentos de cuerda
Profesor: Julio MalarinoU
Ubicación: Vicente López, Prov. de Buenos Aires
Facebook: https://www.facebook.com/pages/Escuela-de-luthería-de-VicenteLópez/891097650926051

In its fourth generation, the brand’s flagship model again provides the benchmark for Vorsprung durch Technik – with a new design language, an innovative touchscreen operating concept and a systematically electrified drive. The Audi A8 is also the first production automobile in the world to have been developed for highly automated driving. From 2018, Audi will gradually be taking piloted driving functions such as parking pilot, garage pilot and traffic jam pilot into production.

The new Audi A8 and A8 L are being built at the Neckarsulm site and will appear on the German market in late fall 2017. The starting price for the A8 is EUR 90,600, with the A8 L starting at EUR 94,100.

Doyen of Audi style: the exterior design

Sports appeal, lightweight construction and quattro – the design of the new A8 perfectly conveys Audi’s fundamental values. It embodies sporting elegance, sophistication and progressive status. The new flagship model takes the brand into a new design era.

The hexagonal Singleframe grille dominates the sedan’s upright front end. With its low position and width, it determines all adjoining lines and surfaces. The headlight shapes merge perfectly with the Singleframe. With the optional HD Matrix LED headlights, the daytime running lights are a visual extension of the grille’s top lamella. The segmented light signature divides the headlights horizontally, creating an elegant overall impression. Substantial chrome frames surround the air inlets, with a flat center inlet connecting them.

The Side View Silhouette

The side view with the coupé-like silhouette highlights the sporty character of the new A8. Its proportions accentuate both the front and rear wheels – prominent muscular shapes above the wheels are pointers to the brand’s quattro DNA. The low shoulder line starts right up at the headlights and runs across the door handles as far back as the rear lights. A fold below the window capping also emphasizes length. The sill rises to the rear in typical Audi style and lends the new A8 a dynamism worthy of a luxury-class car.

The rear end is inclined slightly in the direction of travel, appearing to push the sedan along even when stationary. The defining element of a lighting strip extends across the entire width. It radiates high intrinsic value thanks to the embedded chrome strip. The segmented OLEDs adjoin at its ends and combine to form a signature. Another chrome strip in the lower part of the bumper integrates the trapezoidal trims of the exhaust system.

There is a choice of twelve colors for the A8, including the new Audi colors Terra Gray, Vesuvius Gray and Seville Red. The colors Impala Beige and Navarra Blue are available for the A8 for the first time. Via the Audi exclusive program, customers can also have the luxury sedan supplied in a color of their personal choice. For those who want their car to create an even more striking visual impact, there is the option of a chrome exterior package.

HD Matrix LED, laser, OLED: the lighting

Audi leads the way in lighting technology and design. In the new A8, the technologies interact intelligently with the surroundings. For example, Audi laser lighting is used here for the first time with HD Matrix LED high beams. The laser spot is identified by an X-shape shutter and is also accentuated by blue ambient lighting. The daytime running lights with the vertical segments emphasize the technical elegance of the headlights. The laser spot is activated from a speed of 70 km/h (43.5 mph) and doubles the range of the high beam.

Each HD Matrix LED high-beam unit consists of 32 small, individually controlled light-emitting diodes that project the light in two lines. This new configuration ensures that the A8 provides even more dynamic and precise illumination together with the variable-control low-beam headlights. The light cone blanks out exclusively other road users, so as not to dazzle them. The high-precision control for the HD Matrix LED high beam is based on data supplied by the front camera.

Even more efficient: engines with MHEV technology

At its market introduction in Europe, the new Audi A8 will start out with two extensively reengineered V6 turbo engines, a 3.0 TDI with 210 kW (286 hp) and a 3.0 TFSI with 250 kW (340 hp). The two V8 versions will follow: The 4.0 TDI develops 320 kW (435 hp), and the 4.0 TFSI has a power output of 338 kW (460 hp). Also appearing later on is the W12 for the A8 L, developing 430 kW (585 hp). All engines offer supreme refinement, ample performance and high efficiency. The new mild hybrid technology (MHEV, mild hybrid electric vehicle) drives down fuel consumption even further – by as much as 0.7 liters (0.3 US gal) of fuel per 100 kilometers (62.1 mi) in real driving conditions. Particulate filters for the gasoline engines will follow in 2018.

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